Muchos fuimos los que nos congregamos allí, con nuestras banderas rojigualdas y la esperanza de ver ganar a nuestra selección. Hubieron nervios durante todo el partido, más aún cuando nos fuimos a la prórroga con el 0-0 en el marcador. Pero en el minuto 116, Iniesta culminó una gran jugada del equipo español con un potente disparo que, afortunadamente, acabó dentro de la portería del guardameta holandés.
Gritos, abrazos, y mucha alegría por haber hecho historia. Sin duda, las alegrías compartidas son doble alegría.