Una de las actividades más consolidadas de nuestro Centro es la realización de excursiones de tipo cultural. Existe para ello un grupo que cada año elige una ruta diferente de cualquier lugar de España. Entre las más recordadas se encuentran la realizada a Galicia, a Andalucía, a Extremadura y Valle del Jerte, Madrid y el Escorial, etc.
Cuando nos enteramos de la noticia de que por primera vez iba a venir a España la colección de Sorolla de la Hispanic Society of America de Nueva York, nos pusimos en seguida a trabajar para ver cómo aprovechábamos esa circunstancia histórica. Sabíamos que en la mencionada colección, Sorolla reprodujo en sus lienzos escenas costumbristas de diversas regiones de España, entre ellas una que representa a Aragón denominada “La Jota” y que habíamos tenido ya oportunidad de ver en algún libro así como en la portada de un LP grabado por el grupo Ronda Aragonesa dirigido por Jesús Gracia. La investigación para escribir el libro de la historia de nuestro Centro, nos llevó a conocer indirectamente que Sorolla había visitado Jaca y Ansó, junto a otras localidades cercanas como Canfranc, Villanúa o Castiello de Jaca, el motivo, recopilar material para el cuadro que iba a representar a Aragón.
Por otra parte, la preocupación familiar en la investigación de la indumentaria aragonesa, nos había llevado hace algunos años a visitar la localidad pirenaica de Ansó el día que se celebra “la exaltación del traje ansotano”.
Con estos antecedentes pensamos que antes de ver la exposición Visión de España, de Joaquín Sorolla en Valencia, podíamos realizar casi el mismo recorrido que en su día hizo el pintor. De esa forma, propusimos también a los miembros del Grupo visitar la villa de Ansó en el día de la Exaltación del traje ansotano. Lo que hicimos tras contactar con el alcalde Félix Ipas, quien además nos brindó gentilmente la posibilidad de realizar una ronda que acompañó el desfile de los trajes ansotanos y posteriormente por la tarde la realización de un festival folklórico.
Durante el fin de semana de convivencia en Ansó, tuvimos oportunidad de contactar con las personas que posteriormente nos iban a facilitar la confección del típico traje ansotano. El propio alcalde, que es un auténtico experto en la materia, nos contó que ellos mismos habían hecho ya una excursión al Museo del Prado de Madrid para contemplar el famoso cuadro que tanta fama y prestigio había dado a la localidad.
Cuando concluimos el viaje a Ansó, había un deseo especial de ver cómo había plasmado Sorolla la joya de los trajes ansotanos. Aprovechamos para ello, las fiestas navideñas y nos desplazamos a Valencia al Centro Cultural de Bancaja, lugar de la exposición, para contemplar los paneles que desde que el artista los pintó no habían vuelto a España. La sensación cuando entramos a la sala fue de una gran admiración, al observar, las inmensas pinturas que representaban lo más típico de la cultura española de la época.
Durante un par de horas quedamos embelesados ante el panel de “Las Guapas”, “El Palmeral”, “Los Nazarenos”, “Encierro”, “El Baile”, “Los Toreros”, “La Pesca del Atún”, “El Concejo del Roncal”, “Los Bolos” o el más grande de todos ellos, denominado “La fiesta del pan”. Y por último, si al empezar nuestra visita buscamos la ubicación de “La Jota”, todos coincidimos de nuevo al finalizar en el mismo, para volver a apreciar una de las muestras del mejor colorido de Sorolla, patente tanto en las combinaciones de los trajes como en el paisaje que sirve de fondo.
Resalta por supuesto el verde de los trajes de las ansotanas, matizado por los blancos de las camisas llamadas gorgueras, algunos con acento rojo de paños y tocado, y el contraste de los tonos malvas y azules de los tocados y las fajas. El resto del cuadro está protagonizado por los ocres, pardos verdosos y amarillos de la paja amontonada y las montañas.
El resultado final de “La Jota” se nos antoja una mezcla de realidad y ficción, en la que los personajes ansotanos predominan. “La Jota” de Sorolla, es un canto a la alegría, al buen humor seductor y socarrón del montañero, al ambiente propio de las romerías. Así, al igual que nosotros en Ansó, debió quedar sorprendido Sorolla al poder contemplar la joya de los trajes ansotanos, que significan sin duda la mayor riqueza de la localidad del Pirineo Aragonés.
Gracias a Sorolla por decidir plasmar en su lienzo la encarnación más universal del espíritu aragonés.